Patio 29

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Villarrica, viernes 28 de abril de 2006

 

Año XCVII - Nº 8414 - Victoria (Chile) - Miércoles 31 de diciembre de 2008.

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Patio 29

 

 

Edición 8103 | Redacción

Por Senador Roberto Muñoz Barra.

El problema generado por los errores, equivocaciones u omisiones en la identificación de cadáveres exhumados en el Patio 29, se ha concentrado en las acusaciones y defensas en torno a las responsabilidades políticas y administrativas que pueden estar involucradas en estos hechos.

Lo notable es que el asunto central, la muerte y la violación horrenda de los derechos humanos, ha pasado a un segundo plano. Los asesinos son olvidados en un afán de convertir casi en el mismo nivel de criminales a peritos, funcionarios, altas autoridades de gobierno.

Creo que la incertidumbre sobre los antiguos como de los nuevos peritajes, se mantendrá en gran medida, como una sombra permanente, ante el resultado de cualquiera de las técnicas que se apliquen, con el propósito de determinar a qué personas corresponden los restos que fueron rescatados del Patio 29.

Por insignificante que sea el margen de error que pueden ofrecer las tecnologías de hoy, desconocidas en la época en que se cometieron las fallas denunciadas, siempre existirá, razonablemente, la duda y la sospecha del error.

Yo creo que debemos buscar una fórmula que no repugne a las familias afectadas y que sitúe el problema, atendiendo el deseo legítimo y natural al honrar la memoria de sus seres queridos tan bestialmente asesinados. La manera de satisfacer estas condiciones podría ser, a mi juicio, la erección de un mausoleo, con cargo a fondos fiscales, en donde se sepulte la totalidad de los restos encontrados en el Patio 29, de tal modo que los deudos sepan con relativa certeza que allí reposan los restos de hijos, padres, hermanos que fueron inmolados por la barbarie humana, terminando de una vez con el largo padecimiento que, hasta ahora, han vivido.

Ello no quiere decir, en caso alguno, que quienes aparezcan como responsables de los errores cometidos, queden limpios de polvo y paja.